En este mes de Octubre han acudido a la consulta dos pacientes en la sesentena de edad, demandaban unas sesiones de magnetoterapia, pues le habían dicho que era bueno para su osteoporosis. Me costó un rato convencerlas de que le habían informado mal. Que la magnetoterapia se utilizaba con escasa evidencia científica para acelerar el proceso de osificación de las fracturas, pero no servía para incrementar la masa ósea.
-¿Pero qué puedo hacer ahora para incrementar la masa ósea? Yo les decía que ya era muy tarde para ese objetivo. Que la masa ósea se atesora durante la infancia y juventud. Que el nivel más alto de masa ósea estaba entre los veinte y los veinticinco años. Que a partir de esa edad se iba perdiendo. Que la velocidad de esa pérdida dependía de una serie de factores, entre los que se contaba: el ejercicio físico, el consumo de calcio en la dieta, la insolación, algunos medicamentos, y otros factores, como los genéticos y hormonales. Que ya en el Primer Plan Andaluz de Salud del año 1991, los expertos consensuaron recomendar: ejercicio físico intenso durante la infancia, adolescencia y juventud en colegios, institutos y universidades, asegurar la cantidad de calcio necesario en la dieta, y disminuir la ingesta de café y coca cola, pues ambas bebidas interfieren la absorción del calcio. En Andalucía no era necesario intervenir sobre la insolación.
– ¿Y ahora que puedo hacer? Puedes disminuir la velocidad de la pérdida de masa ósea actual, sea cual sea. Tiene varias estrategias a considerar, algunas ya las he comentado: ejercicio físico con impacto en miembros inferiores y columna (trote o baile), suplementar su alimentación con calcio, si en la dieta no toma sus necesidades diarias, suplementar con vitamina D, si la tuviera baja en sangre, y si el nivel de masa ósea fuera muy bajo, tomar algún medicamento antiresortivo.
– ¿Y qué hago con mi riesgo alto de fracturas? El riesgo alto de fracturas es un nivel de densidad ósea, tomado en un consenso de expertos. Para una fractura se necesita un impacto o torcedura, y dependiendo de la fragilidad del hueso (masa ósea baja) se rompe o no. Quitando las fracturas de cuello de fémur y vertebral, en las demás fracturas llamadas osteoporóticas (extremidad distal de radio, proximal de hombro, y pertrocanterea) se necesita que medie una caída. Por lo que tiene que añadir a las medidas anteriores la precaución de no caerse. Estas precauciones varían según la edad. Pero básicamente son: usar calzado con suela antideslizante, dentro y fuera de casa, evitar obstáculos en el suelo con los que tropezar en casa, evitar cargar peso excesivo, subirse en alto para hacer tareas sin seguridad, moverse con suficiente iluminación, y a la velocidad que le permita su equilibrio. Que no son pocas cosas. Para las fracturas que no precisan de caída previa, cuello de fémur y vertebral, no se puede hacer nada. Aunque existen en el mercado ortesis para la protección de las vértebras y del cuello de fémur, su uso tiene más efectos secundarios que beneficios.