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Mentiras consentidas

La más gorda es llamar a nuestro rey actual Felipe sexto. Claro el no tuvo más remedio porque el primer Borbón dio por bueno llamarse Felipe V. El asunto está en que nunca hubo Felipe primero. Felipe el Hermoso, en adelante el Habsburgo, lo de hermoso me parece frívolo, fue aupado por los nobles castellanos a reinar, para echar de Castilla a su entrometido suegro Fernando el Católico. Pero la titular era la Reina Juana de Castilla y heredera de Aragón… Felipe nunca pudo titularse de rey titular, sino de consorte, aunque ejerciera el poder. De todos modos solo duró cuatro meses en el cargo de regente, pues murió enseguida. Su hijo Carlos también fue rey consorte mientras vivió su madre (solo fue rey Carlos I durante seis meses, el tiempo desde la muerte de su madre y su abdicación) Los nobles castellanos dijeron al cardenal Cisneros: Querrás decir regente. Y Cisneros dijo: No os he convocado para conocer vuestra opinión, sino para informaros de que será Rey junto a su madre, según ha exigido él mismo. El nieto de Juana, era pues el Rey Felipe I de Castilla y León (con sus añadidos de Galicia, Toledo, Jaén, Córdoba, Sevilla, Granada, Murcia, Algeciras y Gibraltar, plazas del norte de África(Ceuta, Melilla, el peñón de Vélez de la Gomera, pues se habían perdido unos años antes Orán y Bujía) islas del mar océano oriental y occidental (Canarias, el Caribe y Filipinas) Nueva España, Nueva Granada, Buenos Aires y el Perú, Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca, Menorca, Cerdeña, Sicilia, Nápoles, Jerusalén, Portugal y los Algarves, Duque de Milán, de Atenas y de Neopatria, Marqués de Oristán, de Gozianos y de Finale, Conde de Habsburgo, del Tirol, del Rosellón, de la Cerdaña y de Barcelona, Señor de Vizcaya, de Molina y de los presidios toscanos. Era Felipe IV en Navarra, y  era V de lo que quedaba del ducado de Borgoña (el Franco Condado, el ducado de Lorena y el señorío de Salinas) y curiosamnete como duque de borgoña era súbdito del rey de Francia, y  era Felipe V también de las diecisiete provincias de los países bajos (Ducados de Brabante, Limburgo, Luxemburgo y Güeldres, Marquesado de Amberes, Condados de Holanda, Zelanda, Flandes, Artois, Henao, Namur y Zutphen, y Señorío de Groninga, Frisia, Utrech, Overijssel y Malinas) cuyo titular fue su abuelo Felipe de Habsburgo. Así que Felipe primero de España nunca hubo, ni siquiera en Castilla y León.

La siguiente mentira es mucho más antigua. Atila con sus hunos y aliados perdió en la batalla de los Campos Cataláunicos, dicen los libros de historia. Pero fíjense que el vencedor quedó con su ejército paralizado en los alrededores del campo de batalla, mientras el perdedor entra en la península italiana, amaga con atacar Rávena, donde estaba el emperador romano, y sigue en dirección a Roma para saquearla. No es sorprendente que el perdedor se dedique al saqueo del territorio del vencedor, y el vencedor no pueda reaccionar. Reflexionen sobre los hechos.

La siguiente mentira está en uso actualmente, y es el presunto jeroglífico del escudo de la ciudad de Sevilla. Hay cronicones que insisten que el 8 del escudo, entre las letras NO y DO es una madeja. Así que se debiera leer el signo como sustituto de la palabra madeja, para formar la frase “no ma dejado” Infantil ¿No? Este lema lo concedió Alfonso X al mantenerse leal la ciudad de Sevilla en una revuelta de nobles. En aquellos tiempos se escribía en latín los escritos importantes, y un lema lo es. Así que si nos remitimos al latín, leemos nodo, que significa nudo, el nudo que ataba a la ciudad con su Rey. Y la imagen del 8 situada en medio del lema es un nudo, sin esconder otros significados lingüísticos exóticos y orientales, tan extraños a nuestro país como a nuestro castellano. En otros tiempos este ocho se pintó apaisado, pareciendo un signo de infinito matemático, y en otros tiempos se pintó con dos cuerdas que formaban el 8, en clara referencia al nudo, nunca se representó con un grupo de hilos, que sería la madeja. En otro orden de cosas, en aquellos tiempos del siglo trece no se usaba la j, sino la x. Así que el jeroglífico sería madexa, que es ovillo, y la palabra representada es dexa, que es deja. El “ma” no significa nada en el castellano antiguo ni en el actual.

Esta última no es mentira, sino un misterio. La histórica sinagoga de la antigua judería cordobesa tiene las paredes llenas de un pequeño dibujo repetido miles de veces. Los guías turísticos dicen que no saben que significa ese dibujo. Pero para en una observación atenta y desencorsetada se ve claro y evidente que es el esquema de un arbusto de tres ramas con una llama encima de cada rama, es decir la zarza incandescente, la representación de su dios del Sinaí, y que su propia religión impide nombrar. Los imaginativos judíos medievales pusieron a su dios dibujado miles de veces en las paredes de la sinagoga. Que nadie se haya fijado en el parecido del dibujo repetido al esquema de la zarza incandescente a lo largo de los siglos, es un misterio. Ahí lo dejo para reflexión de los guías turísticos cordobeses.

A vueltas con el Rey de España, sin ánimo de criticar la monarquía. En esta mentira supongo que tuvo que ver Francisco Franco o el abuelo del rey Don Juan Conde de Barcelona. El asunto es la boda entre Juan Carlos de Borbón  y Sofía… Este es el núcleo de la mentira consentida. Alguien decidió, y he supuesto que fuera uno de los dos epigrafiados, que Sofía no podía llamarse por su apellido real: Glücksburg, o Olendorf-Glücksburg, o Schleswig-Holsten-Sondenburg-Glücksburg, que son los apellidos de su familia y de su casa. Santo cielo, como somos los españoles para los idiomas. Al candidato para ser elegido como rey de España en tiempos de Don Juan Prim y Prats, Leopoldo Hohenzollern-Sigmaringen lo llamaba el pueblo Leopoldo “ole ole si me eligen”. Así que alguien  decidió apellidarla Sofía de Grecia, y su hijo. Nuestro actual rey se apellida Felipe de Borbón y Grecia, mucho más tragable que sus auténticos apellidos.

A Grecia las potencias europeas le impusieron des casas reales cuando se independizaron de los turcos. La primera fue un miembro de la casa bávara de Wittelsbach, o sea pariente de Sissí emperatriz. Después de una revolución le impusieron esta otra casa de origen alemán, y que reina actualmente en Dinamarca y Noruega. Miembros de esta familia gobernaron en Suecia y Rusia, cambiando el apellido a Romanov. Felipe de Edimburgo marido de Isabel II de Gran Bretaña es de esta familia, y también se cambió el apellido.