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Mal pronóstico en las fracturas de manos

Factores predisponentes de mala evolución de las fracturas de la mano

Como hace poco “Rehand” ha aportado los factores predictivos de mala evolución de las fracturas de radio distal, basados en encuestas a los afectados, entre los que destacaban la intensidad del dolor, el nivel de estudios y la edad, aunque los dos últimos factores los veo más discutibles, es el momento de referir, en base a mi experiencia, cuales son los factores predisponentes a los malos resultados de las fracturas cerradas de la mano: metacarpianos y dedos. Para mayor facilidad de exposición las dividiré en factores predisponentes de mala evolución desde el inicio, y desde su evolución/laborales.

Desde el inicio

  • Angulaciones en el callo de fractura de las falanges en el plano frontal, por colapso/conminución del extremo proximal de la fractura. Estas angulaciones tienen difícil resolución quirúrgica, y por su inestabilidad es fuente de dolor al empuñar cualquier objeto o pulsar con el dedo. Si es del índice de la mano dominante dificulta la escritura y el uso de pequeñas herramientas laborales.
  • Rotaciones en el callo de fractura de falanges y metacarpianos. Estas rotaciones hacen que el dedo rotado se introduzca por debajo del adyacente, o diverja del mismo al cerrar el puño, dificultando meter la mano en ranuras y bolsillos
  • Acortamiento en los metacarpianos por angulaciones en el plano sagital. Estas son dificultades que no generan mucha discapacidad ni dolor al final del proceso de recuperación. Al cerrar el puño en vacío los lesionados refieren tensión en la placa volar debido a la tracción por el acortamiento.
  • Sinovitis traumática de las IFP. En las distales no he visto que suceda. Esta complicación enlentece el proceso de recuperación de la movilidad, pues estas articulaciones en bisagra, como la húmero radial, responden con más inflamación y más limitación al forzarlas.

Durante la evolución y factores laborales

  • El dolor intenso durante la inmovilización. Este creo que es el mayor síntoma predictivo de mal resultado funcional al final del proceso. Independientemente de la situación del callo de fractura. La mayoría de estos pacientes desarrollan un síndrome doloroso regional complejo tipo I, y en un porcentaje no desdeñable secuelas definitivas.
  • La inestabilidad de IFP o de IFD por lesión del ligamento colateral añadida a la fractura. Al pulsar con el dedo bosteza y duele la articulación. Quitando la férula de Stack, que se puede utilizar en inestabilidades de la IFD, no hay otro estabilizador para las IFP, así que yo los ordeno fabricar a medida. Lo ideal sería un estabilizador como el de la rodilla, dos aros, dos vástagos y una articulación en bisagra, no nos tendríamos que pre

    ocupar por las maniobras de cajón, pues aquí no hay ligamentos cruzados. Pero estos diminutos elementos no están en el mercado, por lo que deben ser estabilizadores de termoplástico en ángulo fijo (de 50º a 60º) Se coloca para manejar objetos y hacer esfuerzos, y se retira cuando se acaba la manipulación. Imagen

  • La actividad laboral o de ocio que precise del esfuerzo manual, es un delicado factor predisponente en las fracturas de la mano, sobre todo en el entorno de las mutuas de accidentes y la medicina laboral, donde será difícil para el profesional sanitario discriminar si el dolor, que dificulta el puño, es tan intenso como para impedir el desarrollo de sus tareas. En general, si no hay callo de fractura anómalo (angulados o rotados) ni inestabilidades articulares, ni sinovitis IFP, es posible realizar cualquier labor de esfuerzo sin dolor o con molestias tolerables.