Durante el verano se ha efectuado un esfuerzo muy importante para vacunar a la mayor parte de la población. Esta fiebre vacunadora ha conseguido casi detener la quinta ola del covid19 en nuestro país, que ha sido especialmente mortífera. Caen la incidencia, las hospitalizaciones, los ingresos en UCI, y caerá también el número de muertos. Los expertos dicen que hay que seguir vacunando a todos los mayores de 12 años, pues para los menores de esa edad no está autorizada aún la vacuna, así conseguiríamos que el virus tenga menos transmisión entre individuos, y mute menos veces. Pero la dificultad estriba en que en este mundo global, no podemos mantener nuestro país aislado del resto del mundo. La propagación del virus en Febrero-Marzo del 2020 demostró que es imposible tal aislamiento. Por lo que procede que continuemos la vacunación de todos los países del planeta, como ya ha dicho la Organización Mundial de la Salud. “Dejen de pensar en tercera dosis, y plantéense en vacunar a los habitantes de los países pobres, sin posibilidad económica de acceder a la vacuna” La libre circulación del virus por el Congo o El Senegal puede derivar en una variante, quizás la theta o la lambda, que no sea sensible a los anticuerpos que tanto nos ha costado conseguir. No se trata de caridad o cooperación internacional, sino de nuestra propia supervivencia. Veremos.