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Bastones nórdicos

Los bastones nórdicos se están poniendo de moda entre senderistas y caminantes por rutas de montaña. Se llaman nórdicos porque se asemejan a los bastones de los esquiadores de fondo, con los que estos deportistas del norte de Europa se desplazan por la llanura nevada. Caminando con este tipo de bastones se hace un ejercicio muy saludable y completo, pues no solo se ejercitan los miembros inferiores y el tronco al caminar, sino que se hace ejercicio con los brazos, al impulsarse con ellos. Yo los estoy usando ahora, y no tengo dudas sobre su beneficio. Marchando sin bastones los brazos sueltos pueden ayudar al desplazamiento, haciendo coincidir su elevación con el avance de la pierna contraria. Esta modalidad de marcha se ve favorecida por el automatismo cerebeloso de la marcha cuadrúpeda. Pero si dejamos los brazos colgando del cuello,  a los lados del cuerpo, balanceando levemente, no ayudan al desplazamiento, y por la fuerza de la gravedad se acumula sangre en las manos. Para evitar está incómoda sensación de manos hinchadas hay que elevarlos enérgicamente como en la marcha atlética. Por otra parte, el romero o peregrino se ayuda con un cayado o bastón  cuando el camino asciende o desciende. Pues los bastones nórdicos consiguen ambos objetivos, y algunos beneficios más. No se hinchan las manos, ayuda en las cuestas, se ejercitan los brazos, y se descargan parcialmente los miembros inferiores. El ejercicio realizado al impulsarse con los bastones nórdicos es asimilable al realizado al palear en un piragua. Es decir se utilizan los mismos músculos para impulsarse con el bastón que con la pala. Es pues el complemento ideal para las personas a los que se recomienda andar por razones metabólicas (diabetes, dislipemia hipertensión) y al descargarlas parcialmente, ayudan a preservar los cartílagos de las articulaciones de carga (cadera, rodilla y tobillo) Se venden con dos tipos de punta, una metálica, para usar en la marcha por tierra, y la otra es un disco de plástico, para usar en arena. Pero existen gran variedad de terminaciones para cubrir todas las necesidades de terreno.

Para conseguir que la marcha con bastones sea armoniosa y coordinada, los bastones deben apoyar en el suelo a la altura del tarso del pie contrario, justo como hacen los esquiadores de fondo para impulsarse y avanzar. No se usan pues como cayado de obispo, con el apoyo muy adelantado, porque el tiempo en que tardemos en alcanzar el bastón es demasiado largo. Con el apoyo adelantado habría una descoordinación entre el más rápido balance de pies y el más lento balance de brazos. En esta modalidad de marcha se coordina el adelantamiento del brazo con bastón, con el de la pierna contraria, resultando una marcha armoniosa y efectiva. Luego, la fuerza que hay que aplicar como impulso/descarga varía según sea el camino o el ejercicio de brazos dispuesto a realizar. Cada uno debe regularlo según camina. Eso sí, finalizado el ejercicio hay que estirar la musculatura ejercitada: la de los miembros superiores, inferiores, cuello  y trono, por las razones ya anticipadas en el escrito “Ejercicio y salud” que puede refrescarse en “experienciasfmo.es”